Los robots permiten que las instalaciones aumenten el alcance de su seguridad, cubriendo más terreno o proporcionando una cobertura más consistente. Cuanto más espacio ocupa una propiedad, más difícil es asegurarla. Los robots de seguridad automatizados equipados con inteligencia artificial pueden ayudar, brindando a los guardias humanos la asistencia necesaria.
Empresas como Cobalt Robotics y Knightscope producen robots autónomos equipados con herramientas como cámaras y sensores. Estas máquinas deambulan por los terrenos de una instalación, al igual que lo haría una patrulla humana, en busca de comportamientos sospechosos o ilegales. Los usuarios ya están viendo resultados positivos, ya que estos bots ayudan a detener a los delincuentes y detener los robos.
Los robots actúan como guardias adicionales y pueden proporcionar perspectivas completamente nuevas. Las tecnologías como los drones pueden brindar a las fuerzas de seguridad una vista del área que de otra manera no podrían ver. Al utilizar estos recursos y los tradicionales en paralelo, las empresas pueden aprovechar al máximo su seguridad.