La energía que produce el Sol llega a todas las personas del mundo a través del espacio en forma de partículas de luz –fotones– y radiación –calor– para aprovecharse en forma de energía térmica o energía fotoeléctrica.
Sin embargo, la necesidad humana de encontrar nuevas fuentes de energía ha provocado que surjan nuevos proyectos que intentan ser una alternativa a esta estrella que brilla con luz propia.
Por poner un ejemplo, Elon Musk cree que un enorme reactor de fusión en el cielo podría suministrar toda la energía que necesita Estados Unidos, es decir, considera que una planta fotovoltaica de 160 x 160 kilómetros –aproximadamente– sería suficiente para cubrir las necesidades energéticas de los habitantes del país gracias a la presencia del Sol.
Pero más allá de esta idea, hace tres años, el Instituto Coreano de Energía de Fusión (KIFE, por sus siglas en inglés) anunció que KSTAR –su proyecto de Sol artificial para generar energía a partir de la fusión nuclear– pudo calentar plasma a 100 millones de grados centígrados durante un período de 30 segundos. Por consiguiente, este hito supuso una nueva forma de conseguir energía barata, limpia e ilimitada en la Tierra simulando el funcionamiento del Sol.
Aunque recientemente, el KIFE ha creado un nuevo desviador de tungsteno que permitirá multiplicar por diez esa cantidad de tiempo para elevarla hasta los 300 segundos, de esta manera, gestionará las impurezas generadas en el reactor y permitirá la salida de gases residuales.
Fuente: 20minutos.es