Investigadores del MIT, en colaboración con la Universidad de Texas en Austin, Estados Unidos, crearon la primera impresora 3D del tamaño de una moneda.
Está equipada con un chip fotónico y sin piezas móviles. Este avance promete revolucionar la forma en que entendemos y utilizamos la impresión y que seguramente cambiará el panorama en todos los sentidos.
Este dispositivo utiliza un chip fotónico que emite un haz de luz para curar resina líquida. A diferencia de las impresoras 3D convencionales, que utilizan motores y brazos móviles para controlar el haz, esta impresora utiliza pequeñas antenas ópticas para dirigir la luz y crear la forma deseada.
Cabe mencionar que los chips fotónicos utilizan la luz (fotones) en lugar de la electricidad (electrones) para realizar funciones de procesamiento y transmisión de datos. Estos chips son capaces de manipular la luz a escalas extremadamente pequeñas, utilizando componentes como guías de ondas y antenas ópticas.
Pequeña como llavero
Su tamaño reducido permite llevarla a cualquier lugar, como si fuera un llavero, donde podrías imprimir objetos en el momento y lugar que necesites. Al eliminar las piezas móviles, se reduce el riesgo de desgaste mecánico y fallos, aumentando la durabilidad y la eficiencia del dispositivo.
Se trata de un prototipo que podría cambiar radicalmente la industria. La portabilidad y la velocidad de esta impresora del tamaño de la palma de la mano permitirán a cualquier persona crear soluciones sobre la marcha sin la necesidad de cargar con dispositivos grandes y pesados.
Este avance no solo hará que la impresión 3D sea más asequible y portátil, sino que también abrirá nuevas posibilidades en diversos campos, desde la medicina hasta la exploración espacial. Por el momento continúa en desarrollo, por lo que podría tardar algunos años para ver los primeros modelos en el mercado.
Fuente: computerhoy.com