Investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte crearon plaquetas sintéticas que pueden utilizarse para detener hemorragias y mejorar la cicatrización en el lugar de una lesión.
En concreto, han demostrado que las plaquetas sintéticas funcionan bien en modelos animales, pero aún no han iniciado ensayos clínicos en humanos.
Varias situaciones médicas requieren transfusiones de plaquetas, como los casos de hemorragias graves o los pacientes que van a ser operados o reciben quimioterapia.
Actualmente, los pacientes en cualquiera de esas situaciones reciben plaquetas extraídas de donantes de sangre, idealmente de donantes con un grupo sanguíneo compatible.
Reto
Esto supone un reto, porque hay un suministro muy limitado de plaquetas disponibles, esas plaquetas tienen una vida útil limitada, y las plaquetas deben almacenarse en condiciones controladas.
“Hemos desarrollado plaquetas sintéticas que pueden utilizarse en pacientes de cualquier grupo sanguíneo. Y están diseñadas para ir directamente al lugar de la lesión y favorecer la cicatrización”, explica Ashley Brown, autora de un artículo sobre las plaquetas sintéticas y profesora asociada del programa conjunto de ingeniería biomédica de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
“Las plaquetas sintéticas también son fáciles de almacenar y transportar, lo que permite administrarlas antes a los pacientes en situaciones clínicas, como en una ambulancia o en el campo de batalla”, ha señalado.