Un grupo de científicos y pasteleros se unieron para crear la primera torta robótica que, por cierto, es comestible.
RoboCake —así se llama el pastel— será presentado en sociedad el 6 de junio en la Expo Mundial de Osaka, donde los asistentes podrán probar una porción. Los más afortunados se llevarán la frutilla del postre: los dos ositos que coronan la torta, que gracias a baterías comestibles se mueven en forma autónoma como dos pequeños robots.
La receta de RoboCake: los retos de integrar la tecnología en la lista de ingredientes
¿Cómo surgió la idea de combinar robótica y gastronomía?
En diálogo con TN Tecno, Antonin Soussan, director de Desarrollo de Proyectos del Instituto de Nutrición de la EHL, una escuela de gestión hotelera en Suiza, cuenta que el IIT y el EPFL ya habían creado prototipos de baterías recargables comestibles, un desarrollo que conocimos anteriormente en esta publicación, además de ositos gelatinosos robóticos, y que les pareció interesante crear un modo para unir esas dos innovaciones.
“Visitamos el laboratorio de la EPFL para ver sus desarrollos. No recuerdo quién propuso el pastel de bodas, pero a todos les encantó la idea, ya que simboliza a la perfección la unión entre la robótica y la gastronomía. El proceso duró aproximadamente un año, desde el primer correo electrónico hasta la inauguración de la exposición”, dice Soussan.
La idea de RoboCake se da en el marco del proyecto RoboFood, una investigación de cuatro años con un presupuesto de 3,5 millones de euros, financiado por la Unión Europea. Reúne a científicos de la EPFL, el IIT, la Universidad de Bristol y la Universidad de Wageningen.
Fuente: sinmordaza.com