Investigadores de la Universidad de Pensilvania hallaron una forma de recolectar insulina cultivada en lechuga. La buena noticia es que a diferencia de la sintética actual, este tipo no requeriría inyecciones dolorosas.
En la nueva investigación, los expertos pusieron a prueba una novedosa tecnología para producirla en la planta de lechuga, usando sus células como pequeñas fábricas, al igual que ya se están utilizando las bacterias y la levadura.
Esta forma de producir insulina es más barata que el procedimiento habitual y, además, es estable en almacenamiento, lo que hace que sea también mucho más económica de almacenar y transportar. Dicho tratamiento no solo sería más barato sino que se podría tomar por vía oral.
En el ensayo con roedores, la insulina de origen vegetal pudo regular el azúcar en la sangre en 15 minutos, en comparación con la insulina secretada de forma natural. Los ratones tratados con inyecciones de insulina tradicionales experimentaron niveles de glucosa en sangre que se desplomaron y provocaron hipoglucemia.
Si bien los resultados en el estudio con ratones son muy prometedores, todavía hará falta algo más de tiempo antes de que este interesante método pueda ser una realidad para los más de 530 millones de adultos que viven con diabetes cada día.
Opción
Como las personas con diabetes tipo 1 producen poca o ninguna insulina de forma natural, precisan de inyectarse la sintética, y algunas personas con diabetes tipo 2 también necesitan inyecciones. Si no están bien calibradas, estas pueden llevar demasiada insulina al torrente sanguíneo demasiado rápido.
Por lo general, esta insulina se cultiva en bacterias o células de levadura; se trata de un proceso complicado que hace que existan solo unas pocas empresas que producen la mayor parte de la insulina del mundo, y esta falta de competencia hace que el tratamiento sea más caro para los usuarios.
La insulina debe almacenarse a bajas temperaturas y administrarse mediante una jeringa, una pluma de insulina o una bomba de insulina permanente. La administración oral no está disponible actualmente ya que, al ser una proteína, las enzimas digestivas del estómago descomponen rápidamente la insulina.