Una empresa francesa activó la opción de un robot que sirve de acompañamiento a los adultos mayores para poder así ayudarles a pasar la pandemia.
El dispositivo está diseñado en base a tres pilares: vínculo social, asistencia y robot acompañante.
También propone actividades como yoga, caminatas por la naturaleza, concursos, utiliza el reconocimiento de voz, ofrece videollamadas y mensajería y presenta juegos y música, todo visible y reproducible desde su pantalla táctil.
El objetivo es ayudarles a pasar estos meses de pandemia de la manera más amena posible, para que puedan sentir, que nunca estarán solos.
La experiencia del robot data de 2018, cuando una compañía francesa sacó al mercado a Zora.
El androide nació como un experimento que tiene como objetivo cambiar el cuidado de los pacientes de la tercera edad.
El piloto se hizo con la llegada de Zora al Hospital Jouarre, un hogar de ancianos ubicado a una hora de París, algo extraño comenzó a pasar: muchos pacientes sintieron un vínculo emocional con el robot y lo trataban como a un bebé. Lo cargaban, lo arrullaban y besaban su cabeza.
Zora, que tiene un costo de hasta 18.000 dólares, les ofrecía compañía en un lugar donde la vida puede ser solitaria. Las familias no pueden visitarlos mucho y los empleados tienen muchas cosas que hacer.
Los pacientes del hospital tienen demencia y otros padecimientos que requieren cuidados las veinticuatro horas del día.El robot es controlado por un enfermero en el hospital que lo maneja desde un ordenador portátil. El enfermero a menudo procura no estar a la vista para que los pacientes no sepan que él lo controla.
Zora dirige sesiones de ejercicio y propone juegos. Puede sostener una conversación porque el enfermero teclea palabras en un ordenador portátil que el robot pronuncia después.
Algunos pacientes se refieren a Zora como “ella”, otros como “él”.