Nos guste o no la inteligencia artificial (IA) llegó para quedarse, para bien o para mal, y eso nos obliga, inevitablemente, a actualizar y modificar nuestras formas de enseñar, investigar, de obtener información y hasta de discutir y analizar, aseguró el investigador del Instituto de Investigaciones Sociales, de la UNAM, Raúl Trejo Delarbre.
Al participar en la primera sesión de reflexiones sobre Redes Sociales y la Inteligencia Artificial, como parte del Seminario Universitario de Redes Sociales y Cultura Digital, inaugurada por la encargada de despacho de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, María Emilia Beyer Ruiz y el director general de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación, Héctor Benítez Pérez, el especialista comentó:
El acelerado avance que se registra en el desarrollo de tecnologías y herramientas digitales nos lleva a considerar la necesidad de explorar novedosas maneras de evaluación del conocimiento en las universidades.
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“Tendremos que pensar, no creo en reemplazar las tesis. Pero sí en las formas para verificar sus contenidos y determinar si el alumno que nos entrega el documento es el autor o no, interrogándolo, haciendo un examen más riguroso sobre lo que nos entrega por escrito, para que defienda aquello que se supone conoce, puesto que lo ha escrito”.
Agregó que las tareas de actualización y alfabetización digital son urgentes. Hace más de un año que comenzó a destacar en las aulas la llamada inteligencia artificial generativa, la respuesta en el campo de la docencia y la investigación no ha sido suficiente y los espacios de reflexión, análisis y toma de acciones concretas han sido limitados.
Trejo Delarbre estimó que hablar de los peligros de la IA quizá no sea la mejor forma de acercarnos a las herramientas digitales, porque junto a esos riesgos se tienen ventajas y posibilidades que ofrecen las aplicaciones cibernéticas.