El deepfake es una de las herramientas más utilizadas por los ciberdelincuentes para acceder a nuestras cuentas bancarias y realizar transacciones fraudulentas.
Esta nueva modalidad de estafa utiliza inteligencia artificial para crear videos falsos que imitan nuestra apariencia, lo que permite a los estafadores suplantar nuestra identidad con mayor facilidad.
¿Cómo funciona el deepfake?
Los estafadores se basan en imágenes publicadas en redes sociales, como Facebook, Instagram o Twitter, para crear videos falsos que imitan nuestra apariencia. Luego, superponen nuestro rostro en el de otra persona realizando alguna transacción bancaria o comercial.
De esta manera, logran engañar a los sistemas de seguridad y acceder a nuestras cuentas sin nuestro consentimiento, según publica AmericaRetail & Malls.
¿Qué riesgos implica el deepfake?
El uso de deepfake en las estafas bancarias conlleva diversos riesgos, entre los que podemos destacar:
Acceso a nuestras cuentas bancarias: Los estafadores pueden vaciar nuestras cuentas bancarias o realizar transferencias no autorizadas a otras cuentas.
Robo de datos personales: Además del acceso a nuestras cuentas bancarias, los estafadores pueden obtener información confidencial como contraseñas, números de tarjeta de crédito o documentos de identidad.
Extorsión: Los deepfakes pueden ser utilizados para extorsionarnos o chantajearnos, amenazando con difundir el video falso si no accedemos a sus peticiones.