Una aplicación basada en la inteligencia artificial podría dar a las mujeres la autonomía suficiente para detectar de manera precoz el riesgo de un cáncer cervical (o de cuello uterino) sin necesidad de un examen citológico, reveló este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta nueva tecnología se está probando actualmente en India y países de Africa subsahariana, que tienen la mayor tasa de casos a nivel mundial.
La incidencia de casos varía mucho según la región y está determinada por el nivel socioeconómico de la misma, con países de Africa donde hay hasta 76 casos por cada 100,000 habitantes, mientras que en los países ricos se baja hasta menos de 6 casos.
Las razones de fondo son el acceso tan desigual a los test preventivos y a las vacunas, con las adolescentes de Europa, Norteamérica y Australia que tienen un amplio acceso a éstas.
El cáncer cervical es una infección causada por el virus del papiloma humano (VPH) que se transmite por vía sexual.
No es raro que provoque una infección en el cuelo del útero, pero en la gran mayoría de casos ésta desaparece entre dos y cuatro semanas y no llega a convertirse en un cáncer.
TRES VACUNAS EFECTIVAS Y UNA MÁS EN CAMINO
Existen tres vacunas efectivas y seguras que previenen la infección de varios tipos de VPH, pero no están accesibles para los países de menores recursos en las cantidades necesarias, en particular por una cuestión de precio.
Simelela reveló que una vacuna contra el VPH tiene un precio aproximado a los 110 dólares por dosis (se necesitan dos) en los países de mayores ingresos y que los países más pobres tienen acceso a cierto volumen a través de un fondo público-privado de vacunas denominado GAVI y que las negocia por ellos a menos de 5 dólares por unidad.
Actualmente se está intentando negociar un precio adecuado para los países de ingresos medios, con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el brazo de la OMS para las Américas, que está liderando las negociaciones por los países latinoamericanos.
Los analistas esperan que haya una presión a la baja de los precios de las vacunas, de una parte por la gran demanda que existe, y de la otra, porque una nueva vacuna desarrollada en China está en trámite de recibir todas las autorizaciones necesarias.