Un reciente desarrollo del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) promete aportar una solución accesible y eficiente: un sensor de temperatura de bajo costo capaz de recopilar datos en tiempo real, facilitando la toma de decisiones en el campo.
Pequeño, preciso y adaptable
Este pequeño dispositivo, de apenas dos milímetros de largo y ancho, se basa en una delgada película de óxido de vanadio sobre vidrio. Gracias a este material, logra un equilibrio entre simplicidad de fabricación y precisión en las mediciones. Su rango de detección va de los 20 a los 75 grados centígrados, una amplitud que podría expandirse en futuras versiones.
El sensor no solo permite identificar áreas con déficit hídrico, sino que también ayuda a definir cuáles son las mejores condiciones para el crecimiento de distintos cultivos.
“Los resultados obtenidos son prometedores. El sensor mostró un comportamiento lineal y estable dentro del rango de temperaturas evaluado”, explica María Belén Kramar, integrante del equipo de la Dirección Técnica de Micro y Nanotecnologías del INTI.
Un desarrollo con múltiples aplicaciones
Una de las grandes ventajas de este desarrollo es su flexibilidad: puede fabricarse a medida para distintas aplicaciones dentro del sector agropecuario. “En el futuro, queremos integrarlo a un sistema que mida el flujo de savia en las plantas”, adelanta Kramar.
Destaca su potencial para optimizar aún más la gestión del agua en la producción agrícola.
Fuente: infobae.com