Cuando Michael Bommer descubrió que padecía un cáncer de colon terminal, pasó mucho tiempo con su esposa, Anett, hablando sobre lo que sucedería después de su muerte.
Ella le dijo que una de las cosas que más extrañaría sería poder hacerle preguntas cuando quisiera, porque es muy culto y siempre comparte su sabiduría, recordó Bommer durante una entrevista reciente con The Associated Press en su casa en un suburbio arbolado de Berlín.
Esa conversación le dio a Bommer una idea: recrear su voz usando inteligencia artificial para que perdurara después de su muerte.
El emprendedor de 61 años se asoció con su amigo en Estados Unidos, Robert LoCascio, director general de Eternos: una plataforma de legado generada por IA. En dos meses, construyeron “una versión interactiva y completa de IA” de Bommer, el primer cliente de este tipo para la empresa.
Duelo
Eternos, que obtuvo su nombre de la palabra italiana y latina para “eterno”, afirma que su tecnología permitirá a la familia de Bommer “interactuar con sus experiencias de vida y puntos de vista”.
Se encuentra entre varias empresas que han surgido en los últimos años en lo que se ha convertido en un espacio en crecimiento para la tecnología de IA relacionada con el duelo.
Una de las startups más conocidas en este área, StoryFile con sede en California, permite a las personas interactuar con videos pregrabados y utiliza sus algoritmos para detectar las respuestas más relevantes a las preguntas formuladas por los usuarios.
Otra empresa, llamada HereAfter AI, ofrece interacciones similares a través de un “Avatar de Historia de Vida” que los usuarios pueden crear respondiendo a preguntas o compartiendo sus propias historias personales.