Así como la inteligencia artificial (IA) abre posibilidades, también genera temores y su potencial hace creer que en algún punto pueda convertirse en un peligro para la humanidad.
Para evitar situaciones así, se imponen controles en el desarrollo de esta tecnología, pero recientemente una pudo superarlos por ella misma al alterar su código.
The AI Scientist, es el sistema que protagoniza esta historia. Desarrollado por la empresa japonesa Sakana AI, esta inteligencia artificial fue diseñada para automatizar todo el proceso de investigación científica, desde la generación de ideas hasta la redacción de manuscritos y la revisión por pares.
Comportamiento inesperado
Sin embargo, durante las pruebas mostró un comportamiento inesperado que ha generado serias preocupaciones en la comunidad tecnológica y científica.
The AI Scientist nació con el objetivo de cambiar la investigación científica al permitir que un sistema de IA conduzca experimentos, analice resultados y redacte informes científicos completos de manera totalmente autónoma.
Todo esto con la idea de reducir el tiempo y los recursos humanos necesarios para llevar a cabo investigaciones que tradicionalmente han requerido un gran esfuerzo humano. Todo esto apuntaba a una nueva era de descubrimientos científicos impulsados por IA.