La carrera por mejorar el hardware para inteligencia artificial dio un giro inesperado desde China. Un equipo de la Universidad de Pekín presentó un chip analógico capaz de ejecutar operaciones de aprendizaje automático hasta mil veces más rápido que las GPU digitales convencionales y con un consumo energético cien veces menor. El diseño rompe con el esquema basado en la transferencia constante entre memoria y procesador al trabajar con redes de memoria resistiva que calculan y almacenan en el mismo lugar.
El dispositivo utiliza voltajes analógicos para resolver operaciones de matriz-vector en un solo paso, lo que evita los cuellos de botella que enfrentan las arquitecturas digitales. Además, incorpora un sistema híbrido que compensa la pérdida de precisión típica de los chips analógicos mediante una etapa adicional de corrección digital. Esta combinación permite alcanzar niveles de exactitud comparables a los de las plataformas actuales mientras multiplica el rendimiento.
Por qué este chip analógico redefine el futuro del hardware
Las primeras pruebas se realizaron sobre sistemas MIMO masivos, clave para comunicaciones avanzadas. Los investigadores lograron reconstruir imágenes y señales en tiempos drásticamente menores, lo que evidencia que el chip analógico puede integrarse en redes 6G, centros de datos e incluso supercomputación.
Por otro lado, este avance plantea un escenario donde la eficiencia energética se vuelve determinante. En consecuencia, dispositivos que antes eran inviables por costos o consumo podrían fabricarse a gran escala. El equipo explica que el chip mide solo cuatro milímetros y emplea cien microelectrodos distribuidos en una matriz optimizada, un detalle técnico que anticipa su potencial industrial dentro de plataformas de IA especializadas.
Te puede resultar útil este contenido: Implante español usa inteligencia artificial para devolver la visión al cerebro
