Ante la ola de calor, hay sencillas formas para contrarrestarla sin tener que gastar mucha electricidad.
1. Crear ventilación cruzada
Hay veces que es imposible, porque no corre ni una gota de aire. Cuando ha refrescado y se mueve ya algo, hay que intentar generar lo que coloquialmente conocemos como corrientes de aire y que los arquitectos llaman ventilación cruzada.
2. Cerrar de día y airear de noche
La mejor forma de evitar que entre el calor sofocante durante el día es tener las ventanas y las persianas casi totalmente cerradas, creando un ambiente de semi-penumbra.
3. Hielo delante del ventilador
Es un sencillo truco que refresca el aire que circula en la habitación, genera humedad y expande el frescor del hielo. Basta con colocar delante, a unos veinte o treinta centímetros del ventilador, un cuenco con un poco de agua y cubitos de hielos e ir renovando el hielo cada cierto tiempo.
4. Ventilador de techo en modo verano
Si te has comprado o estás pensando en comprarte un ventilador de techo, es una buena y más barata alternativa al aire acondicionado.
5. Vaporizador de agua fría siempre a mano
Otro sencillo truco. Basta con tener un pequeño bote vaporizador, llenarlo de agua y tenerlo siempre frío en el frigorífico. Utilizar de vez en cuando como si fuera un ambientador de spray, pulverizando un poco la habitación para refrescarla. Ideal antes de ir a dormir.
6. Para una cama fresca
Lo mejor para refrescar la cama es utilizar las típicas bolsas de agua caliente de invierno, pero llena de agua bien fría. La puedes introducir en la cama antes de dormir e irla moviendo de un lugar a otro para que vaya refrescando diferentes partes de la cama.
Hay quien recomienda meter las sábanas y el almohadón unos minutos en el congelador.
Refrescante
7. Mete las muñecas bajo el grifo
Bastan 10 segundos con las muñecas bajo agua bien fría para que la temperatura corporal baje y nos invada una sensación de frescor que perdurará durante cerca de una hora.
8. Duchas cortas y templadas
Cuando el calor agobia, no queremos salir de la ducha y tendemos a buscar el agua lo más fresca posible. Hasta fría, si uno aguanta. Pero es un error, además de salirnos caro.
9. Moja el suelo
Es una forma muy barata de refrescar el hogar de vez en cuando. Además, si tienes terraza o jardín, cuando se vaya el sol puedes regar y refrescar todo el espacio.
10. Rodéate de plantas húmedas
Las plantas con tupido follaje, que requieren de riego frecuente, purifican el aire y dan frescura. Con plantas a tu alrededor te sentirás y te notarás más fresco, especialmente después del riego.