Se presentó la convocatoria del Premio Ada Byron a la Mujer Tecnóloga en su cuarta edición. El certamen busca reconocer la labor y la aportación de las mujeres en el mundo de la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés). Es organizado por las instituciones del Sistema Universitario Jesuita (SUJ) y la Universidad de Deusto en España.
La presentación se realizó en la Universidad Iberoamericana León. Presidieron la ceremonia: Dra. Patricia Amézaga Madrid, ganadora del Premio Ada Byron 3ª edición; Mtro. Pedro Hernández, subdirector de Desarrollo de Capital Humano en BanBajío; Lic. Alberto Adrián Treviño González, director general del Centro de Innovación y Tecnología Global en AstraZeneca Guadalajara, y Lic. Jesús Arellano Leyva, VPGM Región Centro de AT&T México. Por parte de la Ibero León, el director general Académico, Mtro. Gustavo Alejandro González Ramírez, y el Rector, Mtro. Luis Alfonso González Valencia, S.J.
En su intervención, el Mtro. González Ramírez manifestó que es imposible pensar que la curiosidad y el impulso innato por formular preguntas complejas, como la naturaleza de la materia y la energía o el origen del universo, sean atributos exclusivamente masculinos; “la escalera de descubrimientos que sostiene nuestra vida cotidiana, desde la electricidad hasta nuestras computadoras, incluye peldaños históricamente relegados y olvidados que pertenecen a mujeres”.
Subrayó que el Premio Ada Byron, cuyo nombre hace referencia a una de las mujeres más destacadas en la historia de la ingeniería, busca reconocer esos peldaños olvidados y visibilizar las brechas de género en la representación de mujeres en los campos STEM que aún persisten, a pesar de los numerosos desarrollos tecnológicos cuyo crédito pertenece a ellas.
La Dra. Patricia Amézaga Madrid, ganadora del Premio en su tercera edición, destacó la relevancia de iniciativas como ésta, puesto que motivan a las mujeres a sobresalir y seguir adelante en el trabajo científico: “Las personas que se sienten reconocidas aumentan su autoconfianza, se motivan, trabajan mejor, van más contentas a su trabajo, desarrollan una mejor disposición a colaborar con otros y se adaptan mejor a los cambios. Eso deberían saber y sensibilizarse las empresas e instituciones”.