Crean un concreto impreso en 3D para una construcción más resistente y que detecte problemas estructurales.
Ingenieros han agregado óxido de grafeno a la mezcla de cemento para hacer un concreto capaz de crear posibles paredes “inteligentes” que puedan monitorear las grietas para detectar problemas estructurales, cambios de temperatura y otros factores ambientales
El proyecto, realizado por la Universidad RMIT y la Universidad de Melbourne, en Australia, es el primer en investigar los efectos del óxido de grafeno en la imprimibilidad y las propiedades de compresión del hormigón impreso en 3D.
Los investigadores han descubierto que la adición de óxido de grafeno, un nanomaterial comúnmente utilizado en baterías y dispositivos electrónicos, le daba conductividad eléctrica al concreto y aumentaba su resistencia hasta en un 10%.
El supervisor de investigación y profesor asociado del RMIT, Jonathan Tran, afirma que este hormigón tenía el potencial de crear edificios “inteligentes” donde las paredes pueden actuar como sensores para detectar y monitorear pequeñas grietas.