Con la idea de desarrollar una herramienta más accesible y efectiva, investigadores del Instituto de Ciencias Físicas (ICIFI), perteneciente a la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y el CONICET, trabajan en el diseño de un videojuego de realidad virtual para ayudar a la rehabilitación de personas que padecieron un ACV.
El objetivo es generar algo que, de forma lúdica, aporte a la recuperación de las habilidades motoras de los pacientes; en particular, lo que suele ser más difícil de recobrar: la motricidad fina de los dedos.
Se trata de un videojuego similar a clásicos como el Space Invaders o el Star Force, en el que una nave espacial debe esquivar meteoritos. Pero, en vez de usar un joystick, la persona debe controlar la nave con los movimientos de sus dedos.
El desarrollo está en etapa inicial pero, una vez terminado, la idea es que sea una herramienta de bajo costo que incluso pueda llegar a ser utilizada por los pacientes en sus casas.
Funciones cerebrales
“Hay evidencia de que estos paradigmas basados en aprendizaje, que apuntan a reaprender movimientos, han sido exitosos. En particular, nosotros apuntamos a recuperar la movilidad de los dedos. Los profesionales del Centro Asistencial Universitario (CAU) de la UNSAM, con quienes también estamos trabajando, nos dijeron que eso suele ser lo último que recuperan y que, incluso con recuperar un gesto más grande, como la mano en garra, ya están chochos”, cuenta Agustín Solano, investigador de la Escuela de Ciencia y Tecnología e integrante del equipo a cargo del desarrollo.
Los científicos pertenecen al Laboratorio de Fisiología de la Acción del ICIFI, dirigido por la doctora Valeria Della Maggiore, dedicado al estudio de las funciones cerebrales en los procesos de aprendizaje y control motor.
Este proyecto surge a partir de una colaboración con el investigador Daniel Blustein (Acadia University, Canadá), con quien obtuvieron un subsidio de la Fundación De Luca (Estados Unidos). También cuentan con la colaboración de los profesionales del CAU Hugo Rodríguez Isarn (director) y Andrea Vidal (coordinadora de Kinesiología); y dos estudiantes de Bioingeniería del ITBA, Lourdes Alejandro y Lucas Neira.