Podría decirse que, para Diana de la Peza Cortés, egresada de Ingeniería en Mecatrónica y Producción de la IBERO, Dublín es la tierra de la fantasía que nunca soñó, pero donde sus deseos se han hecho realidad. Como si hubiera encontrado un trébol de cuatro hojas, y con éste a la suerte, su arribo a la verde Irlanda le abrió las puertas de Microsoft Dream Space, para la cual crea e imparte talleres de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) a niñas y niños (NN).
Desde su plataforma ‘Ingeniera con a’ Diana escribió una serie de libros sobre ciencia e ingeniería orientados a niñas, pero que han sido bien recibidos por los niños también. Y con su podcast ‘Entre Ingenieras’ interesa a NN en la ciencia y, a ellas en específico, les muestra modelos a seguir de ingenieras y científicas, para despertarles el deseo de estudiar carreras STEM.
¿A qué edad te diste cuenta que te gustaban las matemáticas?
En el kínder; me gustaba sumar y restar, porque me divertía. Mi mamá dice que en ese grado daba clases a mis compañeritos, y la verdad no recuerdo. Lo que no olvido es que en prepa exentaba matemáticas y física, que me resultaban fáciles, no así a mis amigos, para quienes era la maestra en grupos de estudio que organizaba, con el fin de que pasaran rápido los exámenes y estuviéramos más tiempo juntos en vacaciones.
¿Cómo surgió tu interés por la ingeniería?
En casa todos son ingenieros e ingenieras y las pláticas siempre van sobre ingeniería; que si los trabajos de mi papá –industrial–, de mis abuelitos –civiles–, tíos, primas. Además, mi papá siempre nos dejó usar herramientas desde chiquitos y mi abuelito nos enseñó a usar el taladro cuando estábamos en la primaria. Entonces cuando expresé mi deseo de ser ingeniera toda mi familia dijo: ¡claro, una más!
Fuente: Ibero