La innovación tecnológica en el sector turístico ya no se limita a mejorar la eficiencia o personalizar experiencias. El experto en sostenibilidad y turismo regenerativo, Daniel Madariaga, señaló que herramientas como la inteligencia artificial (IA) y la realidad virtual (VR) están sentando las bases de una “tecnología verde” que busca reducir el impacto ambiental de los viajes y fomentar destinos más resilientes.
Daniel Madariaga, especialista en sostenibilidad y turismo regenerativo, explicó que estas tecnologías “están cambiando las reglas del juego al permitir una gestión basada en datos, una planificación más consciente y experiencias que conectan mejor a los visitantes con el entorno y las comunidades locales”.
Casos internacionales: turismo inteligente y ecológico
En diferentes partes del mundo, las innovaciones digitales ya se aplican con éxito. En Jackson Hole, Wyoming, paneles de datos en tiempo real miden el consumo de recursos, el tráfico y la interacción con la fauna, lo que permite prevenir la sobreexplotación ambiental.
Por otro lado, en Nueva York, una IA conversacional para eventos ha duplicado la planificación turística y optimizado la logística de grandes concentraciones urbanas, reduciendo su huella energética. Por otro lado, la Isla de Man impulsa la integración de la IA en reservas directas, narrativa cultural y gestión de flujos turísticos, priorizando siempre a empresas locales. “Estos ejemplos muestran que el futuro del turismo inteligente no es solo tecnológico, sino profundamente ecológico”, afirmó Daniel Madariaga.
Innovación mexicana: experiencias inmersivas con propósito
En México, la tendencia también comienza a consolidarse. Un ejemplo es Natuverse, plataforma que combina IA y realidad aumentada para promover la conservación marina. A través de su app, los usuarios pueden explorar entornos submarinos, avistar ballenas o mantarrayas en 3D y acceder a información científica sobre biodiversidad, sin necesidad de desplazarse a ecosistemas sensibles.
“La ventaja de estas herramientas es que evitan viajes que podrían alterar hábitats frágiles, mientras generan conciencia ecológica en tiempo real”, destacó Daniel Madariaga. Este modelo híbrido, inmersivo y educativo, marca una nueva frontera para el ecoturismo: accesible, no invasivo y con mayor impacto pedagógico.
Tecnología al servicio del planeta
Además de enriquecer la experiencia del visitante, las plataformas digitales permiten dar seguimiento a indicadores como el consumo energético en hoteles o la afluencia a reservas naturales. Esta trazabilidad de datos facilita el diseño de políticas públicas y privadas más responsables.
“La tecnología por sí sola no asegura sostenibilidad, pero bien utilizada puede convertirse en su mayor aliada. Estamos presenciando el inicio de un ecosistema digital pensado para proteger el planeta mientras redefine nuestra forma de viajar”, concluyó Daniel Madariaga.
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