La conversación sobre ciberseguridad en Estados Unidos tomó un giro inquietante con las declaraciones de Ami Luttwak, director tecnológico de Wiz. El especialista advirtió que la inteligencia artificial está cambiando radicalmente la manera en que se ejecutan los ciberataques, volviéndolos más veloces, sofisticados y difíciles de detectar para las defensas tradicionales.
El experto explicó que antes los ataques requerían planificación extensa y grupos organizados. Ahora, herramientas de IA permiten a actores maliciosos automatizar tareas que solían tomar semanas en cuestión de minutos. Además, esta capacidad amplifica el riesgo para empresas, gobiernos y usuarios comunes, ya que democratiza el acceso a métodos de intrusión más avanzados. En consecuencia, la brecha entre atacantes y defensores se estrecha.
Inteligencia artificial como arma de doble filo
El propio Luttwak señaló que la IA puede usarse tanto para prevenir como para atacar. Asimismo, destacó que las organizaciones deben invertir en modelos de detección que también aprovechen inteligencia artificial. Por otro lado, remarcó la urgencia de educar a equipos internos en nuevas dinámicas de riesgo digital.
Del mismo modo, la tendencia obliga a las compañías de ciberseguridad a replantear sus estrategias. También se anticipa que gobiernos establezcan regulaciones más estrictas para enfrentar amenazas potenciadas por sistemas automatizados.
El dato más revelador expone que más del 60 por ciento de las empresas estadounidenses encuestadas por Wiz en septiembre señalaron haber identificado intentos de ataque con componentes de inteligencia artificial, lo que confirma la magnitud del desafío.
