Una conversación en WhatsApp o un hilo viral en X puede estar ocupando el mismo lugar que antes tenía una novela o un periódico. En México, las redes sociales no solo dominan el entretenimiento: también se han convertido en el principal medio de lectura. Así lo revela la más reciente Encuesta Nacional sobre Hábitos y Consumo Cultural, publicada por el INEGI en agosto de 2025.
De los mexicanos que declararon haber leído algo en los últimos tres meses, 81% consumió contenidos en redes sociales. Por debajo quedaron los sitios web y blogs (45.1%), los libros (37.6%), las revistas (23.6%) y los periódicos (16.2%). El cambio no es menor: el hábito lector no ha desaparecido, solo ha migrado de formato y plataforma.
Además, la mayoría dijo leer “por entretenimiento” y “para informarse”, dos motivaciones que coinciden con el uso diario que damos a TikTok, Facebook o Instagram. En consecuencia, el celular se convierte en la nueva biblioteca de bolsillo y la conexión a internet en la puerta de entrada al mundo digital de la lectura.
¿Lectura o scroll eterno?
Este giro en los hábitos refleja una transformación cultural más profunda. Las generaciones jóvenes consumen historias desde su feed, memes con estructura narrativa, o cápsulas informativas de menos de un minuto. No se trata solo de qué se lee, sino de cómo, dónde y por cuánto tiempo.
Del mismo modo, los usuarios entre 18 y 34 años fueron quienes más dijeron haber leído en redes, especialmente mujeres. Y aunque se podría pensar que esta lectura es superficial, muchos encuentran en estos espacios noticias, opinión e incluso literatura, aunque empaquetada en formatos breves y visuales.
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