Investigadores crearon una nanotecnología para matar superbacterias que algún día podría integrarse en apósitos e implantes para heridas para prevenir o curar infecciones bacterianas.
La innovación, que ha sido objeto de ensayos preclínicos avanzados, es eficaz contra una amplia gama de células bacterianas resistentes a los medicamentos, incluido el “estafilococo dorado”, comúnmente conocido como superbacterias.
La resistencia a los antibióticos es una importante amenaza para la salud mundial y causa alrededor de 700.000 muertes al año, cifra que podría aumentar a 10 millones de muertes al año en 2050 sin el desarrollo de nuevas terapias antibacterianas.
El nuevo estudio dirigido por la Universidad RMIT y la Universidad de Australia del Sur (UniSA) probó la nanotecnología basada en fósforo negro como tratamiento avanzado de infecciones y terapéutico para la curación de heridas.
Los resultados publicados en Advanced Therapeutics muestran que trató infecciones de manera efectiva, matando más del 99% de las bacterias, sin dañar otras células en modelos biológicos.
Resultados
El tratamiento logró resultados comparables a los de un antibiótico a la hora de eliminar la infección y acelerar la curación, con un cierre de las heridas del 80 % en siete días.
La nanotecnología que mata superbacterias desarrollada internacionalmente por RMIT fue probada rigurosamente en ensayos preclínicos por expertos en curación de heridas de UniSA. RMIT ha solicitado protección de patente para las escamas de fósforo negro, incluido su uso en formulaciones para la curación de heridas, incluidos los geles.
El investigador codirector del RMIT, el profesor Sumeet Walia, dijo que el estudio mostró cómo su innovación proporcionó una acción antimicrobiana rápida y luego se autodescompuso una vez eliminada la amenaza de infección.
“La belleza de nuestra innovación es que no es simplemente un recubrimiento. En realidad, puede integrarse en los materiales comunes de los que están hechos los dispositivos, así como en plástico y geles, para hacerlos antimicrobianos”, dijo Walia de la Escuela de Ingeniería de RMIT.
Fuente: phys.org