Allá por 2010, la emoción en Argentina giraba en torno a iTunes y de pronto apareció algo inesperado: una red social integrada llamada Ping de Apple, pensada para quienes compartían música y descubrían artistas. En ese contexto, la propuesta parecía perfecta para los fanáticos en México y Latinoamérica, aunque luego tuvo un destino breve. Duró solo dos años y terminó cerrando en septiembre de 2012.
Ping de Apple prometía ser ese espacio donde se combinaban redes sociales y música, una especie de Facebook y Twitter dentro de iTunes, según Steve Jobs. En México causó expectativa entre quienes ya consumían música vía iTunes, pero varias fallas técnicas, ausencia de integración con Facebook y un empuje hacia compras constantes lo convirtieron en un experimento fallido.
El tropiezo que todos recuerdan
Además, la ruptura del convenio con Facebook impidió que los usuarios pudieran conectar fácilmente con amigos, y los filtros antispam eran escasos, lo que permitió que el servicio se llenara de publicaciones engañosas. Asimismo, el diseño no estuvo a la altura de lo que se esperaba de Apple, y el enfoque demasiado comercial lo alejó del espíritu auténtico de una comunidad musical.
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Apenas arrancó, reunió un millón de usuarios en 48 horas en más de 20 países, pero el entusiasmo no duró, y el abandono fue definitivo con el adiós de Ping el 30 de septiembre de 2012. Del mismo modo, ese cierre marcó el giro hacia servicios como Apple Music que sí priorizaron el descubrimiento musical sin pretender ser una red social.
El dato menos comentado es que en aquellos primeros días la plataforma contaba con más de 150 millones de usuarios en iTunes, lo que hizo aún más sorprendente que Ping no lograra adaptarse a ese volumen de audiencia latente.