México se encuentra en un momento crucial para implementar la Banca como Servicio (BaaS), una tendencia que ha ganado terreno a nivel mundial. El país cuenta con 130 millones de habitantes y, a pesar de la digitalización que trajo consigo la pandemia, el 50 % de los adultos mexicanos aún no están bancarizados. Esto se suma a la urgente necesidad de una reforma integral al sistema bancario, según lo expone el analista financiero Luis Reyes de la Campa.
“Los actores locales están intentando modelos de BaaS que son posiblemente más audaces y disruptivos que en otros mercados”, declaró el analista mexicano.
En los EE. UU., la mayoría de los programas de BaaS son de tipo tripartito o semi one-stop shop. No existe un auténtico proveedor integral debido a que es sumamente difícil obtener una licencia bancaria, lo cual impide que la mayoría de los procesadores emisores sigan esta trayectoria. La mayoría de los bancos carecen de la capacidad técnica o la sofisticación necesarias para actuar como procesador de pagos para las Fintechs.
No obstante, en México, la gran mayoría de los programas de BaaS actuales se aprovechan del modelo de proveedor full-stack. Existen unos cuantos modelos tripartitos, pero no tiendas one-stop semi. A causa de este escrutinio normativo, es prácticamente imposible encontrar un programa de débito BaaS funcionando en México bajo los modelos tripartitos o de semi ventanilla única.
Para Luis Reyes de la Campa, no significa que sea imposible, pues “hay bancos y procesadores que creen que han encontrado formas de crear programas de débito que no violan la regulación actual a través de un método conocido como co-branding”, aclaró.
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“Por el contrario, las tarjetas de crédito son mucho más fáciles de emitir, incluso más que en Estados Unidos. Hay un par de factores que lo hacen posible: no es necesario ser una institución financiera regulada para emitir créditos, las asociaciones de tarjetas han flexibilizado sus normas de licencia de miembro principal, lo que facilita mucho que los procesadores emisores se conviertan en patrocinadores de BIN”, explicó detalladamente.
El 9 de marzo de 2018, México aprobó la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera. Una de las consecuencias principales de su puesta en marcha fue que las compañías Fintech podrían solicitar convertirse en instituciones financieras autorizadas, a través de la licencia de Institución de Fondos de Pago Electrónico (IFPE).
Con el objetivo de BaaS en México, lo fundamental es tener en cuenta que las IFPEs pueden atraer los depósitos de los clientes. Esto ha implicado que los titulares de la licencia IFPE, que incluyen neo bancos, no necesitan usar un banco patrocinador y pueden captar depósitos de consumidores por su cuenta.
Finalmente, Luis Reyes de la Campa apuntó que el futuro que le aguarda a este segmento de las tecnologías financieras en México dependerá de si se ofrece una solución BaaS eficaz y completa a través de su IFPE.
“Si este es el caso, varios procesadores emisores podrían buscar una solución similar y solicitar sus propias licencias IFPE o bien, adquirir IFPEs existentes. Si la regulación dictamina que las IFPE no pueden patrocinar Fintechs y mantener depósitos de consumidores en su nombre, esto beneficiará a los bancos y los procesadores emisores que tienen fuertes relaciones bancarias”, señaló.
Puedes contactar a Luis Reyes de la Campa en el siguiente link.