México, a 14 de julio.- ¿Quién habría pensado que luego de una pandemia de alcance global que laceró a la mayor parte de la economía, uno de los agentes diferenciadores para salvaguardar el elemento que terminaría combatiéndola, sería la refrigeración?
Como se sabe, la cadena de frío desempeña un papel fundamental en la transportación, distribución y almacenaje de productos perecederos, pero también de medicamentos, ya que su objetivo principal es extender el tiempo de vida de dichos insumos y conservar sus propiedades, y en cuya ecuación, la menor variación de temperatura los afecta considerablemente, y en el caso de los fármacos altera su efecto.
Ante este contexto, la empresa mexicana Rensa, líder en su ramo y con experiencia de 32 años a cuestas, en los que ha sabido encontrar las soluciones precisas para cada uno de sus clientes a lo largo de la República, reconoce cómo imprescindible la evolución acelerada que ha tenido la refrigeración en los últimos 18 meses, específicamente como factor de preservación de las vacunas contra el Covid-19.
Hasta ahora, mantenerse a la vanguardia, implementando dentro de la infraestructura de refrigeración elementos tecnológicos y digitales ha sido una apuesta que empresas como Rensa han ocupado para entregar mejores resultados y un servicio satisfactorio que abone a la cadena de consumo, pero a su vez a un pleno y satisfactorio proceso de inoculación.
Rensa: soluciones y mantenimiento a la cadena de frío
Además, con los confinamientos también aumentó la demanda de víveres, muchos de ellos de productos perecederos que requieren de las mejores condiciones para su almacenamiento y posterior consumo; por lo que, los proveedores de refrigeración han tenido que dotar a sus clientes con mejor infraestructura, cuyas características no solo satisfagan las necesidades para mantener la calidad de los productos sino también apoyen con sus costos a la rentabilidad y cumplan con los nuevos requerimientos estipulados por las normas de cada país.
En este esquema, Rensa levanta la mano en México, al contar con el conocimiento, la especialización y profesionalismo de sus colaboradores, quienes están preparados no solo para instalar, poner a tono y dar mantenimiento a las estaciones, equipos y sistemas de refrigeración, sino también desde antes estaban en el mismo tenor de los requerimientos estipulados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con respecto a la “cadena de temperatura controlada” para distribuir y preservar las vacunas contra el coronavirus.
La empresa mexicana está consciente de lo imperativo que resulta brindar mantenimiento continúo y preventivo a los equipos de refrigeración y enfriamiento para evitar fallas, así como contribuir no solo al cumplimiento de la cadena de frío, sino también a que esta no se rompa en ningún eslabón y pueda seguir evolucionando, hasta el punto en el que se minimicen las pérdidas de producto que, otrora se ocasionaban por la ausencia de recursos tecnológicos que hacen más preciso su desenvolvimiento.
Por todo esto, de cara al futuro de las cadenas de frío, así como de la función que seguirá desempeñando la refrigeración a nivel global, Rensa trabaja en las tendencias que coadyuven a las industrias con las que integra su cadena de valor; contemplando la globalización de los mercados, la automatización de los sistemas, reducción de costos, integración y cohesión de las diferentes actividades de los eslabones, así como la maximización en el uso de los recursos