La semana pasada se presentó K’usam, el primer Laboratorio Aéreo de la UNAM, mediante el cual se podrán estudiar desde el aire las costas y el territorio nacional, los ecosistemas, el entorno urbano, la mitigación de los efectos del cambio climático y realizar investigaciones geográficas, geofísicas, geológicas, biológicas, sociales e ingenieriles.
Las aerofotografías, los datos lidar (Light Detection and Ranging), el uso de sensores meteorológicos, gravimetría, espectrometría, magnetometría y observación directa, son sólo algunas de las técnicas de medición y recolección de información que requieren de una plataforma para realizar levantamientos aéreos.
Monitoreo
También el K’usam –que es parte de las capacidades de percepción remota aérea del Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra (LANOT)– podrá utilizarse para el monitoreo en tiempo real de mamíferos mediante radiotransmisores, el seguimiento de eventos volcánicos y desastres, la observación de procesos de degradación ambiental, el desarrollo de sensores y dispositivos tecnológicos, la realización de pruebas de equipos de telecomunicaciones y microsatélites, entre otros.
“El Laboratorio Aéreo K’usam se suma a las grandes infraestructuras con las cuales cuenta nuestra Universidad para realizar sus tareas sustantivas como investigación y docencia. Es equiparable a los microscopios electrónicos, a los telescopios o a los buques oceanográficos”, afirmó el director del Instituto de Geografía (IGg), Manuel Suárez Lastra.
El laboratorio aéreo es una avioneta Cessna Turbo Stationair T206H, que además de generar, a un menor costo, nueva información de los lugares donde se requiera, también será una herramienta para la docencia, pues permitirá aprender sobre la planeación de las misiones complejas que demanden levantamientos aéreos, las técnicas de levantamiento, el procesamiento de la información, su manejo, modelaje e interpretación, etcétera.