No se trata de un prototipo más ni de una promesa en el aire. Xiaomi está poniendo el pie en el acelerador para posicionarse como uno de los nuevos gigantes del mercado automotriz eléctrico. Desde Beijing, la compañía ha confirmado que su primer coche eléctrico, el SU7, entrará en fase de producción masiva en la primera mitad de 2026.
Este movimiento llega con fuerza después de que la marca lograra la homologación oficial para fabricar vehículos eléctricos. Esto marca un punto de inflexión para Xiaomi, que deja atrás la expectativa y avanza hacia la consolidación de un ecosistema integral que combina movilidad, software e inteligencia artificial.
Una apuesta eléctrica que va en serio
Xiaomi ha invertido más de 10 mil millones de yuanes en su división automotriz y no está sola en la aventura. Para el SU7, colabora con grandes proveedores como CATL y Bosch, y la fabricación se lleva a cabo en una moderna planta ubicada en Yizhuang, Beijing. La fase de pruebas ya dejó claro que este sedán deportivo no será un simple gadget sobre ruedas.
Además, el SU7 contará con HyperOS, el mismo sistema operativo que Xiaomi ha desarrollado para integrar sus dispositivos, lo que permitirá una sinergia directa entre el auto, los smartphones, tablets y el ecosistema del hogar inteligente de la marca.
Lo más ambicioso de este proyecto es que Xiaomi no busca solo fabricar coches, sino convertirse en uno de los cinco fabricantes más importantes del mundo en un plazo de 15 a 20 años. Este objetivo, dicho por el propio CEO Lei Jun, se alinea con la estrategia de Xiaomi de crear productos que conecten todo en un entorno digital centrado en el usuario.
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