Apple se ha visto obligada a abrir su ecosistema en Brasil, permitiendo por primera vez que los usuarios accedan a tiendas de aplicaciones alternativas y a métodos de pago externos dentro de las apps. Este cambio histórico no fue voluntario, sino una respuesta directa a las exigencias del Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE), el principal organismo regulador de competencia en el país sudamericano.
El movimiento es un parteaguas en la forma en que Apple opera su tienda digital en mercados emergentes. A partir de ahora, cualquier desarrollador en Brasil podrá ofrecer sus aplicaciones fuera de la App Store e integrar sistemas de pago que no estén gestionados por la propia Apple. Esta medida también incluye la opción de distribuir apps mediante catálogos alternativos, lo cual representa un cambio estructural profundo en el modelo de negocio de la compañía de Cupertino.
App Store más abierta, pero con condiciones claras
Por otro lado, Apple advirtió que mantendrá ciertos requisitos de seguridad. Las apps distribuidas fuera de su tienda oficial deberán seguir cumpliendo estándares técnicos y de privacidad. Además, la compañía cobrará una tarifa del 27% por las transacciones realizadas mediante pagos externos, una cifra que podría no agradar a los desarrolladores, pero que sigue siendo inferior al tradicional 30% de la App Store.
La presión regulatoria sobre Apple no es nueva. Ya en países como Corea del Sur, Japón y la Unión Europea se han implementado medidas similares. Sin embargo, que esto suceda en Brasil refuerza la tendencia global hacia la apertura de los ecosistemas digitales en mercados en crecimiento.











