lanzamiento de Nintendo Store como aplicación para iOS y Android en México suena, en papel, como una gran noticia. Pero la experiencia se siente más como un déjà vu que como un paso adelante. Con una interfaz calcada al sitio web y funciones limitadas, la app parece más una versión encapsulada del navegador que una propuesta nativa optimizada para móviles.
A diferencia de las plataformas de compras de PlayStation y Xbox, que han apostado por integraciones más robustas en sus apps oficiales, la Nintendo Store mantiene todo separado. La tienda va por un lado, y Nintendo Switch Online por otro. Esto obliga a los usuarios mexicanos a tener múltiples apps para funciones que podrían estar centralizadas. La decisión no solo es confusa, también resulta incómoda para quienes esperan una experiencia unificada.
Una app que se siente innecesaria
Al abrir la nueva aplicación, la promesa de acceso ágil a productos oficiales, preventas y coleccionables exclusivos parece tentadora. Sin embargo, la navegación replica punto por punto lo que ya existe en la versión web móvil. ¿Era necesaria una app dedicada si no ofrece ventajas reales frente al sitio? A diferencia de la experiencia en países como Japón, donde la app conecta con servicios de membresía como My Nintendo o misiones interactivas, la versión mexicana se queda corta.
Del mismo modo, no hay rastro de funcionalidades como notificaciones personalizadas o mejoras en tiempos de carga, que justificarían su instalación. Lo más destacable, hasta ahora, es el acceso a artículos oficiales sin intermediarios. Aunque esto es positivo, no basta para enamorar a una audiencia acostumbrada a experiencias móviles más completas.
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