No todo lo que despega causa emoción. En Estados Unidos, los lanzamientos de cohetes de SpaceX la empresa aeroespacial de Elon Musk están provocando turbulencias… pero en tierra. Según la Administración Federal de Aviación (FAA), las operaciones de Musk podrían retrasar hasta 12,000 vuelos comerciales cada año, especialmente desde Florida, uno de los estados más transitados del país.
Elon Musk y los cohetes que ponen en jaque el espacio aéreo
El conflicto no es menor. Cada lanzamiento desde Cabo Cañaveral o el Centro Espacial Kennedy obliga a redirigir aviones, cerrar rutas aéreas y activar protocolos que ralentizan el tráfico. Y con un promedio creciente de despegues más de 100 solo este año, la tensión con las aerolíneas comerciales y la FAA va en aumento. De hecho, el propio Elon Musk reaccionó en X calificando a la FAA como una «entidad capturada», en un nuevo episodio del eterno pulso entre innovación tecnológica y regulación pública.
SpaceX quiere ir más rápido, pero los vuelos comerciales se quedan en tierra
SpaceX ha solicitado a la FAA más flexibilidad para evitar restricciones severas cada vez que lanza un cohete. La agencia, sin embargo, prioriza la seguridad: cada lanzamiento implica zonas de exclusión, desvíos y controles especiales que ralentizan operaciones y colapsan el sistema aéreo. Los más afectados son vuelos con rutas sobre el Atlántico y conexiones en Miami y Orlando, clave para el turismo y la economía local.
Por si fuera poco, la FAA alertó que en días de lanzamiento con condiciones climáticas adversas, se pueden afectar hasta 25 vuelos por evento. Esto genera un efecto dominó que afecta aeropuertos en todo el país. Aunque las autoridades ya trabajan en nuevos modelos de gestión aérea, el ritmo de Musk supera la capacidad de adaptación del sistema.