Los investigadores hallaron lo que podría ser el mapa en tres dimensiones más antiguo jamás identificado. Ello ofrece una visión sin precedentes sobre las capacidades cognitivas de nuestros antepasados prehistóricos.
Este descubrimiento, que data del Paleolítico superior, cuestiona nuestra comprensión de las primeras representaciones espaciales.
Los grabados y las modificaciones del suelo de la cueva de Ségognole 3 parecen reproducir el paisaje circundante, con sus cursos de agua y relieves. Una hazaña técnica y artística que demuestra un pensamiento abstracto ya sofisticado.
La cueva de Ségognole 3, situada en Noisy-sur-École, es conocida desde la década de 1980 por sus grabados rupestres, en particular dos caballos que enmarcan una representación femenina.
Sin embargo, son las modificaciones del suelo las que recientemente han captado la atención de los científicos. Surcos y depresiones, cuidadosamente excavados, forman una red hidráulica compleja.
Estas modificaciones, según los investigadores, no son fruto del azar. Reproducen el sistema hidrográfico del valle del École, situado en las proximidades.
El agua de lluvia que fluía a través de estas estructuras animaba antiguamente este paisaje en miniatura, creando una representación dinámica y funcional.
Fuente: techno-science.net
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