La idea de un asistente doméstico humanoide dejó de sonar a ciencia ficción en México. Neo, el robot desarrollado por la empresa noruega 1X Technologies, comenzó a mostrarse en hogares reales y demostró que puede asumir labores cotidianas como ordenar, limpiar y doblar ropa con una naturalidad sorprendente. Su presencia marca un giro en la relación entre tecnología y vida diaria dentro de la casa.
Neo mide alrededor de 1.67 metros y se desplaza con movimientos suaves y estables. Su diseño evita rasgos que generen incomodidad: no tiene rostro detallado, luce proporciones humanas y mantiene gestos discretos. Opera mediante comandos de voz o desde una aplicación, lo que facilita su integración en rutinas familiares. Además, su sistema de inteligencia artificial aprende hábitos, reconoce objetos y adapta sus acciones según el contexto.
Neo como asistente doméstico inteligente
Las tareas que realiza incluyen doblar ropa, abrir puertas, transportar objetos y mantener espacios ordenados. Su sistema de visión le permite identificar superficies y evaluar la forma correcta de manipular utensilios o textiles. En situaciones nuevas o complejas, cuenta con supervisión remota de operadores humanos para evitar errores y garantizar seguridad. No solo agiliza actividades, también libera tiempo para otras prioridades.
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La llegada de Neo plantea preguntas sobre privacidad, dependencia tecnológica y convivencia con máquinas que aprenden en casa. Sin embargo, también impulsa una conversación necesaria sobre cómo se redefine el equilibrio entre trabajo doméstico y vida personal.
Su comercialización comenzó en Estados Unidos con dos modalidades: compra única a un precio elevado o suscripción mensual para uso continuo. Su despliegue internacional avanza con interés creciente en América Latina.










