El diputado Armando Corona Arvizu ha presentado una iniciativa que propone penas de hasta seis años de prisión para quienes generen o difundan esos materiales sin consentimiento.
México estaría ante una transformación legal en lo digital si esa propuesta avanza. La iniciativa busca añadir dos nuevos artículos al Código Penal Federal. Específicamente, plantea castigos de tres a seis años de prisión y multas equivalentes a entre 300 y 600 días de salario mínimo para quien use IA para producir memes, audios, imágenes o videos manipulados sin autorización. Además, si la víctima es menor de edad, persona con discapacidad o servidor público, la pena podría aumentarse hasta en la mitad.
La propuesta se basa en que el “deepfake” ya no es cosa de expertos. Cualquiera puede acceder a herramientas de edición digital para modificar rostros, voces o identidades, lo que multiplica riesgos como la difamación, el acoso y la suplantación de identidad.
Riesgos y debates en juego
Si se aprueba esta propuesta, surgirán dudas sobre la línea entre libertad de expresión y censura. Muchos contenidos virales tienen tintes satíricos o críticos, lo que complica su tratamiento legal. Además, el reto técnico de identificar manipulaciones con IA es alto: ¿cómo probar que un meme fue fabricado sin consentimiento? Por otro lado, esta reforma podría generar un precedente global sobre cómo los gobiernos regulan tecnología emergente en redes sociales.
Hacia una regulación seria del contenido digital
La propuesta representa uno de los primeros intentos mexicanos de tipificar penalmente la manipulación digital con IA. Sus partidarios sostienen que la identidad y la dignidad deben tener respaldo legal ante tecnologías que borran fronteras entre lo real y lo ficticio. Sus críticos advierten riesgos de abuso, vaguedad normativa y afectación al humor, la sátira y la creatividad en línea.