En un giro que ha generado alivio entre comunidades religiosas, influencers católicos y defensores de la libertad digital, la Cámara de Diputados en México retiró una iniciativa que pretendía regular las publicaciones de contenido religioso en redes sociales. El proyecto, impulsado por la diputada Reyna Celeste Ascencio (Morena), había causado polémica por su intención de modificar la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público para sancionar a quienes difundieran mensajes considerados como proselitismo.
La propuesta planteaba una reforma que prohibía expresamente “el uso de cualquier medio de comunicación, incluyendo redes sociales, para hacer proselitismo religioso”. Esto encendió las alarmas tanto en organizaciones civiles como entre usuarios creyentes activos en plataformas como YouTube, TikTok e Instagram, donde las expresiones de fe tienen fuerte presencia y engagement.
Libertad religiosa y redes sociales: tema vigente en la agenda mexicana
Además, generó preocupación entre abogados especialistas en derechos digitales y libertad de expresión, quienes advirtieron sobre la ambigüedad legal y los riesgos de censura. Algunos legisladores y ciudadanos advirtieron que este tipo de regulaciones podrían abrir la puerta a interpretaciones discrecionales y sanciones desproporcionadas. En consecuencia, y tras el rechazo público, el pasado 8 de noviembre la iniciativa fue retirada oficialmente del sitio legislativo.
Este episodio se suma al debate global sobre los límites entre libertad de expresión y regulación en espacios digitales. En México, donde el 77.7% de la población se identifica con una religión principalmente el catolicismo, las redes sociales se han convertido en un canal vital para comunidades de fe, sobre todo entre audiencias jóvenes.
Por otro lado, la Secretaría de Gobernación ha señalado en otras ocasiones que el monitoreo del contenido religioso en medios es complejo y debe respetar tanto la legislación nacional como tratados internacionales.
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